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Dicen, con humor, que la zona de confort es el lugar menos confortable del mundo. En realidad, debería llamarse 'zona de la resignación', porque es el espacio conocido del cual nos cuesta salir aunque seamos infelices en él. Un empleo mal pago, un trabajo rutinario y mediocre, una relación de pareja que se estancó o un hábito dañino no son experiencias gratificantes. Sin embargo, nos aferramos a ellas, a ese mundo de lo 'malo conocido', como si fuera una soga que nos mantiene a salvo del abismo. No hay tal abismo: para transformar un proyecto en realidad es necesario que primero abandones tu zona de confort y te aventures a conquistar tus deseos.

 

Cada vez que afirmás que querés cambiar algún aspecto de tu vida estás enunciando un deseo de progreso. Tal vez se trata de ascender en el trabajo, iniciar un emprendimiento, mejorar una relación o solucionar un conflicto. En todos los casos, lo primero es poner el foco de tu atención en ese deseo y convertirlo en un propósito que te guíe hasta su concreción.

 

Podemos graficarlo con un camino que une dos puntos: A, que es el deseo, el punto de partida, y B, que es el logro, el punto de llegada. Cuando se transita entre A y B puede haber obstáculos, retrocesos o interrupciones. La línea más corta entre dos puntos es una recta, pero los proyectos humanos no responden a los criterios geométricos. Hay quienes se pierden en el camino y, en lugar de arribar a B, llegan a un punto C que no estaba en sus cálculos y se conforman con ese nuevo destino. Otros, vuelven a A hasta que cambien las condiciones o encuentren mejores recursos para volver a intentar llegar a B. Otros se frustran al primer intento y abandonan la tarea. Y los que nunca intentan salir de A son los que ni siquiera saben qué hay más allá. Se quedan en su zona de confort con el falso consuelo de que su deseo es imposible, absurdo o que les falta la capacidad para lograrlo. Tal vez alguien les dijo que no triunfarían y prefirieron creerle antes que probar por sus propios medios.

 

En esos casos, es el inconsciente cerebral el que les indica que no se puede y, a menos que modifiquen esa información grabada en sus programas mentales, el mandato será tan fuerte que nunca saldrán de A.

 

El Método epep trabaja sobre esas creencias erróneas que te impiden triunfar. Con la práctica repetida y sostenida en el tiempo de los ejercicios epep, tu inconsciente incorporará los cambios que querés hacer en uno o más roles de tu identidad y para que vos mismo abras la jaula de la zona de confort y te largues a volar.