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Sí, parece un juego de palabras, pero enseguida vas a entender a qué nos referimos.

 

En sentido amplio, la atención es un proceso cognitivo en el que aplicamos nuestras capacidades psíquicas para concentrarnos en distintos estímulos. Sin embargo, no existe un solo tipo de atención.

 

En este momento, tu atención está puesta en este texto. Tus ojos recorren la sucesión de letras que forman las palabras en la pantalla y tu mente hace las pausas que marcan los puntos y las comas. A menos que estés solo, encerrado y que hayas silenciado tu teléfono, si alguien te llamara o apareciera para hablarte, dejarías de leer por un rato para responder y pondrías tu atención en ese asunto. Por la capacidad de pasar de un estímulo a otro se diría que esa atención es 'alternante'.

 

Ahora imaginá que estás manejando un coche en la ruta, de noche, y que llueve tanto que tu visibilidad es de apenas unos metros. Tu vida depende de mantener la vista fija en el asfalto, atento a que nada se cruce en tu camino, a que no haya otro vehículo pegado al tuyo y a lo que te indican los carteles. En una situación así, jamás atenderías el teléfono, ni siquiera te inclinarías para tomar algo de otro asiento. El riesgo de tener un accidente sería demasiado alto como para perder la concentración en conducir tu coche de manera segura. En ese caso, se diría que tu atención es 'selectiva': ningún otro estímulo puede desconcentrarte de la tarea principal.

 

Aunque en ocasiones el paso de un tipo de atención a otro se hace de forma automática o instintiva, también podés decidir voluntariamente en qué, cómo y por cuánto tiempo pondrás tu atención. Conocer los tipos de atención y cómo manejarlos a voluntad es clave para lograr el éxito porque el primer paso para conquistar una meta, justamente, es identificar tus deseos tan claramente como sea posible para que se conviertan en tu foco de atención.

 

Ponés toda tu concentración en la ruta en una noche de lluvia porque deseás llegar seguro a destino, ¿verdad? Bueno, si tu deseo es lograr un cambio positivo en tu vida, poner toda tu atención en eso también va a guiar tus acciones de manera más segura y eficiente, porque la atención es un proceso cognitivo que nos da la capacidad de seleccionar los estímulos que nos interesan y de concentrarnos en ellos.

 

McKay Moore Sohlberg y Catherine A. Mateer, dos prestigiosas expertas en neurociencias, clasificaron los tipos y niveles de atención y crearon un modelo que es el más aceptado por los científicos en todo el mundo:

 

MODELO JERÁRQUICO DE SOHLBERG Y MATEER

 

AROUSAL Es la activación de la atención, un nivel de alerta que permite definir si la persona está adormilada o enérgica.

 

ATENCIÓN SELECTIVA En presencia de otros estímulos distractores, podemos abstraernos y atender un solo estímulo o actividad en concreto.

 

ATENCIÓN FOCALIZADA Es la capacidad de centrar la atención en algún estímulo.

 

ATENCIÓN ALTERNANTE En este nivel, cambiamos el foco de atención de un estímulo a otro de forma alternada.

 

ATENCIÓN SOSTENIDA Se trata de la capacidad de atender a un estímulo o actividad durante un largo período. Es el nivel en el que podemos concentrarnos en algo durante un tiempo prolongado.

 

ATENCIÓN DIVIDIDA Es la capacidad que tiene nuestro cerebro de prestar atención a diferentes estímulos o actividades al mismo tiempo.

 

Como la mayoría de nuestras capacidades, la atención puede desarrollarse y dominarse. Tal vez parezca difícil, pero para eso existe el Método epep, que consiste en enseñarte a reprogramar tu inconsciente y poner el poder de la mente a trabajar para lograr tus propósitos. No es un acto de magia, es un proceso basado en evidencias científicas sobre la forma en que aprende nuestro cerebro. No tengas dudas: si entrenás la atención para estar alerta de forma selectiva y focalizada en la concreción de un deseo y lo mantenés en el foco de tu atención de forma sostenida en el tiempo, lo vas a hacer realidad.