Preocuparse es hacer un viaje mental al futuro para tratar de resolver una situación desagradable que aún no existe. Cuando te preocupás, tu mente trabaja, se esfuerza y sufre por algo que no pasó y que tal vez nunca pase.

Cuando vos decidís preocuparte por algo, generás una red de pensamientos que pueden apoderarse de tu mente, igual que si tuvieras una adicción. La preocupación te impide pensar en otras cosas y, como tu mente está proyectándose al futuro, tampoco sos libre de disfrutar del aquí y el ahora.

Es posible que te hayan enseñado que la preocupación es parte de la responsabilidad, que si proyectás todo el tiempo un escenario futuro catastrófico o, al menos, difícil, estás siendo previsor y que vas a evitarte problemas mayores. Pero eso no es cierto. Preocuparte no resuelve ni te evita los problemas futuros e hipotéticos, sino que te produce otros que son presentes y reales. Una preocupación excesiva te genera trastornos mentales y físicos y, además, la preocupación secuestra parte de los recursos mentales que necesitás para ocuparte de lo que es verdaderamente importante para vos en el presente. 

Creías que preocuparte te permitía evitar los problemas, pero te trae más problemas que soluciones.

Las personas tenemos la capacidad de focalizar nuestra atención y hacer que los pensamientos estén puestos en las cosas que nos interesan, del mismo modo que podemos apartarlos de aquello que aún no es real y que nos causa daño.

Realizar esto podría parecerte muy difícil, pero todos somos capaces de entrenar la mente para que nos ayude a resolver situaciones y, si se tratara de conflictos que no pueden resolverse o cuya solución no dependiera de nosotros, el entrenamiento nos serviría de igual modo para adaptarnos a lo nuevo y salir delante de forma creativa. De lo que se trata es de que pongas a tu mente a trabajar para vos y no en tu contra.

Te sugerimos que comiences a entrenarte con el ejercicio de Introspección epep, que te va a situar en el aquí y el ahora para que a partir de eso seas libre de decidir dónde colocar tu atención, qué pensamientos son los que te hacen bien y cuándo ocuparte de algo que te traiga beneficios y emociones positivas.

Te sugerimos que trabajes sobre el rol que más preocupaciones te genera y que atiendas esas situaciones conflictivas que te abruman. Al ocuparte de ellas, vas a dejar de preocuparte. Para esto te recomendamos que leas en nuestra plataforma el artículo “Tu identidad y los roles en tu vida”, y los artículos asociados a esa nota de interés.

Solo podés ocuparte de una situación conflictiva que sucede en el presente. El momento de analizar posibles soluciones es ahora, y por eso es importante que tu atención esté en el presente.

Si necesitás ayuda, contactate con nosotros.